El interior del vehículo debe ser amplio para permitir tu cómodo transporte sin arrugar el vestido ni estropear tu peinado.
Las parejas modernas optan generalmente por un auto del año, dejando los modelos clásicos, como carrozas o carruajes, a los novios tradicionales.
Según la estación del año podrás elegir entre un auto descapotable, si es verano o primavera, o uno cerrado para la época de otoño e invierno.
Vehículos de gran tamaño como limusinas requieren especial cuidado en las vías de acceso a los recintos ya que no se pueden transportar por cualquier calle.
Si alquilas un carruaje resultará espectacular, aunque poco práctico si la boda se realiza en el centro de la ciudad pues será difícil su traslado y estacionamiento.
Es conveniente que el vehículo sea de color sobrio y sin excesos en su decoración.
Lo frecuente es que conste de seis arreglos florales: dos de mayor tamaño, para las caras anterior y posterior del vehiculo, y cuatro ramos pequeños con lazos colgantes que irán en las puertas.
Recuerda asegurar la decoración para que no se caiga durante el recorrido, pero ten en cuenta que lo que utilices no debe causar daños a la pintura del auto.
Si optaste por lo más tradicional y elegiste el carruaje, no te olvides de solicitar que los caballos estén correctamente limpios y peinados.
Para ir a la iglesia, es favorable que en el vehículo sólo vayan la novia y el padrino, quien le abrirá la puerta al llegar. Un mayor número de personas puede interrumpir el apacible trayecto de la novia privándola de la tranquilidad necesaria.
Realiza las coordinaciones necesarias que te permitan una feliz y adecuada llegada, recuerda que de todo esto depende tu gran entrada.
