Definitivamente la entrada al altar puede resultar un tema que pase desapercibido, pero es sin duda algo muy importante, pues ese día, los nervios pueden jugar una mala pasada durante el recorrido de la entrada a la Iglesia.
Aquí algunos importantes consejos que te servirán para llegar como una auténtica reina al altar, donde tu novio te espera impaciente:
- Si hay escaleras, písalas con todo el pie para no perder el equilibrio y dar sensación de elegancia.
- Ladea el cuerpo ligeramente para ver dónde pisas y para moverte con naturalidad y soltura.
- De camino al altar, realza tu belleza y elegancia mediante tu forma de andar, así como tu vestido y la forma y movimiento del mismo: no des pasos ni muy cortos ni muy largos. Cruza ligeramente las piernas dejando las puntas de los pies un poco hacia afuera. Mantén la espalda erguida y los brazos semiflexionados. Sujeta el ramo por encima de la cadera y por debajo del escote.
- Durante la ceremonia, siéntate de tal manera que el vestido no se arrugue y se desluzca. Mantén la espalda erguida y en ángulo recto con las piernas. Pon las manos sobre las rodillas, juntas pero no cruzadas. Si tienes una cola muy larga, pidele ayuda a la madrina (o a una amiga) para que te ayude a acomodar la cola y ésta no se arrugue o maltrate.
- Evita que tus invitados les tiren ni arroz cuando salgan de la Iglesia; a veces el suelo de la misma es resbaladizo y el arroz puede provocar una aparatosa caída.
- Si la ceremonia se realizará en una estación lluviosa, procura que la madrina (o una amiga) tenga un paraguas a la mano al momento de salir de la Iglesia, para que no terminen empapados.